Mi capacidad de asombro sobre lo que ocurre en la política española no deja de crecer como la forma de vivir de Rambo, día a día.
Si lo del debate de investidura, en sus dos sesiones, ha sido un autentico despropósito, lo de enviar a Jose Manuel Soria al Banco Mundial como representante de España ya me parece burlesco.
Para que haya presidente del gobierno en un plazo razonable, la solución más sencilla es que los diputados y senadores electos empiecen a cobrar su sueldo en el momento en el que el gobierno de la nación este conformado y funcionando. Hasta ese momento yo sería partidario que a dichos parlamentarios solo se les pagase el gasto de desplazamiento, en clase turista o inferior, para asistir a las sesiones, inútiles, que se pudieran celebrar en las Cortes Generales.
Yo les garantizo que si esta medida se llegase a aplicar, si el día 20 de diciembre fueron las primeras elecciones, el 19 ya estaría el gobierno trabajando.
Si además del despropósito ciudadano que supone tener que llegar a votar con el Suchard en la boca, por la inutilidad de cuatro amarrabionas patrios, le sumamos la última ocurrencia del Presidente en funciones, la cosa se torna realmente insufrible.
Jose Manuel Soria dimitió por mentir, no por robar. Mintió descaradamente haciendo uso de esa máxima que se ha convertido en dogma de fe y por la cual nuestros políticos nacionales siguen pensando que el Luisma es tonto. Utilizar el dinero de todos los españoles para robar, estafar y aprovecharse de su cargo para beneficiar a los suyos y los de al lado es de delincuentes, pero mentir cuando se está en las altas esferas del poder es simplemente de tontos y yo no quiero que un tonto este representando a nuestro país en organismos del tipo del que nos ocupa.
Seguro que si a Belén Esteban la llegan a nombrar miembro de la Real Academia Española de la Lengua, las voces de los intelectuales españoles se oirían hasta en el planeta más lejano de la galaxia más alejada de nuestro sistema solar.
Para mi es tan implanteable esto como lo del ex ministro. Es más, aunque sería absolutamente irracional lo de la Esteban, podría tener más justificación que lo de Soria, al menos la primera ha hecho bandera del frikismo e incluso, si me apuran, ha acuñado términos lingüísticos nuevos que si bien no enriquecen nuestro lenguaje, si por lo menos nos sacan de un apuro cuando no sabemos cómo decirle a nuestros hijos que se coman el pollo.
Sinceramente no se en que está pensando Mariano ni sus sesudos asesores cuando se les ocurre semejante nombramiento. Resultaría menos ofensivo enviar a alguno de los fenómenos intelectuales que pueblan el variopinto universo de Mujeres y Hombres y Viceversa, que premiar a un mentiroso con un cargo de esa relevancia y 250.000 dólares libres de impuestos de recompensa anual.
Yo, en mi limitada capacidad intelectual me pregunto, ¿es que no hay en todo el estado español alguien con la suficiente cualificación profesional como para que sea nuestro representante ante el Banco Mundial? ¿Estamos tan faltos de cerebros a ese nivel que solamente un personaje como Soria es el adecuado para ocupar ese puesto de representación?
No olvidemos, por si alguno se le ocurre hacerlo, que ese cargo es simplemente de representación, es un cargo que le toca a España y que por tanto nuestro representante ante el BM no solo representa al Gobierno sino que también lo hace a todos los ciudadanos y, personalmente, yo no quiero que un mentiroso y un defraudador fiscal actúe en mi nombre.
La excusa de esa extraordinaria política española, experta en buscarle justificación a lo injustificable, que es María Dolores de Cospedal, de que el ex ministro no está acusado ni imputado o investigado no me sirve, ya que la única razón de no estarlo es la prescripción de las pirulas empresariales en las que anduvo metido en paraísos fiscales.
En fin, que podría escribir todo un tratado de cómo no se debería actuar en estos temas pero no les voy a cansar, simplemente voy a dejarles esta reflexión sobre algo que a mí me solivianta y me enerva sobremanera, ya que seguro que en las listas de INEM podría encontrar alguien infinitamente más cualificado que Soria, simplemente por el hecho de ser honrado.
Y a D. Mariano solamente una cosita, si ya en las últimas elecciones me costó
decidir mi voto, sigue así y lo tendré infinitamente más claro en Navidad.
