Por Andrés Chaves
1.- El juez irrumpió en la estancia/almacén de Aminatu . Encendieron las luces. Ella sufre fotofobia; se asustó. Había una secretaria judicial, un forense, dos policías. Demasiada gente para una comprobación sobre el estado de salud de una mujer frágil y débil. Aminatu no quiere comer: desea regresar a El Aaiún con sus hijos. Su gran pecado ha sido no reconocer su nacionalidad marroquí, porque ella es saharaui, y usar sólo su pasaporte de este país como medio para entrar y salir, pero sin reconocerse como tal. ¿Y qué más le da eso a Marruecos? ¿Es que la van a dejar morir? España quiere hacerla súbdita, pero ella se niega. Pretende volver a su casa y dice que no interrumpirá su huelga de hambre, que no desea atención médica, que si no la llevan a El Aaiún, quiere morir. Marruecos insinúa que la activista sigue órdenes del Polisario y de Argelia. Y advierte a España -Marruecos siempre advierte algo a España- que bajará la guardia en la seguridad en las fronteras y en los asuntos de inmigración clandestina si España va demasiado lejos con Aminatu. Ya está el chantaje del moro. Siempre ha sido igual.
2.- No la dejen morir. Por dos motivos. Uno, sería una crueldad inmensa que esta mujer se inmolara a causa de sus ideas. Dos, Canarias siempre en boca del mundo por una mala noticia de trascendencia mundial. No falla. La incapacidad de las autoridades españolas es notoria. Sólo se acuerdan de pedir ayuda cuando se llega a una situación límite. Quien únicamente puede convencer al rey Mohamed VI para que afloje es el presidente de los Estados Unidos. O puede que su "hermano" el rey de España (así se llaman entre ellos, o al menos se llamaban entre Juan Carlos y Hassan II , padre del monarca actual). Desde que Franco le dio estopa a Mohamed V , abuelo del actual monarca alauí, y el moro se las cobró asesinando torreros en Cabo Bojador y matando paracaidistas en Ifni, las cosas con Marruecos no van bien. Quiero decir que el moro siempre nos ha tenido un poco cogidos por salva sea la parte.
3.- Dijimos desde el principio que el asunto de Aminatu Haidar se le podía complicar al Gobierno español. Como siempre, Zapatero está "missing" y ha encargado a Moratinos que él resuelva. Van a matar al pobre ministro de Exteriores. Primero lo del "Alakrana", después los tres cooperantes secuestrados en Mauritania (de los que nadie habla) y ahora lo de Aminatu Haidar, que puede morir si no se alimenta (y parece que ha dejado escrito que no quiere que le den comida, sino que la lleven a casa). Vaya papeleta para el Gobierno de Zapatero. Y un ruego a la justicia: no irrumpan, sean respetuosos con la intimidad de las personas, no enciendan la luz, respeten. Hay otras fórmulas, ¿no? Y no la dejen morir.