viernes. 19.04.2024

1.- Dice ahora Sánchez que él no va a intentar un Gobierno con los independentistas, sino con Podemos y Ciudadanos. Pero lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Primero, creo que no suman; segundo, Ciudadanos no va a estar donde esté Podemos. Lo ha dicho por activa y por pasiva. No sé lo que quiere Sánchez, pero yo creo que pretende volver locos a sus barones y a mí mismo, ser presidente un rato, cobrar eternamente por haberlo sido y entrar en el Consejo de Estado. Si alguien tiene la curiosidad y la paciencia de revisar nuestra hemeroteca verá que lo vengo diciendo desde hace un año, pero mis artículos, por lo que veo, tienen muy poco éxito. No hay solución: iremos a unas nuevas elecciones que volverá a ganar el PP y Sánchez se conformará con echarle un pulso victorioso a Podemos para volver a dar el coñazo con el llamado sorpasso. El gran culpable de la debacle de España es este chiquito sin oficio ni beneficio, penene de una universidad madrileña, que no tiene dónde caerse muerto sino en la política y dando el coñazo. No es serio, hombre, sus barones deben actuar ya porque el PSOE está instalado en el ridículo. Cada día dice una cosa nueva; ahora ya no quiere a los independentistas. Y si pacta con Podemos ya sabe que Podemos fagocita al PSOE, se lo come. Pero Sánchez tiene una serie de culichichis alrededor que son los que están arrastrando al desastre a él mismo y a su partido; pero sin piedad. Esto no tiene solución: o hay un pacto a tres o se acabó, a las urnas. A Sánchez que le den una embajada; en Pakistán o por ahí. Así recibe un sueldo y hasta un plus de peligrosidad y nos deja tranquilos. ¡Dios, qué coñazo el nota!

2.- No se habla de otra cosa en las tertulias, que ya están para morirse. Hasta “El País” le está dando caña al líder –bueno, o lo que sea– socialista en sus editoriales, algo nunca visto. Esto significa que Cebrián y Felipe González, que son los editorialistas máximos, los pontífices, de “El País”, los inspiradores de su línea editorial, se están empezando a cabrear. Pero yo creo que el tal Sánchez ni siquiera consulta al oráculo que ha aconsejado al PSOE desde la fundación del periódico. Al mismo tiempo, Rubalcaba, que es muy ocurrente, ha calificado el pacto con 44 partidos que también ha intentado Sánchez como un Gobierno Franknstein. Y Rajoy ha dicho que duraría tres cuartos de hora. Sí, pero Sánchez obtendría el estatus de presidente: sueldo vitalicio, coche vitalicio, dos secretarias vitalicias y derecho a entrar en el Consejo de Estado. Yo también quiero eso.

3.- Comprenderán que me vaya a Madrid a descansar y a leer el “ABC” impreso, que tengo ganas. Qué pena que el mejor periódico de España ya no nos llegue aquí en papel, aunque lo leo en la Internet con mucha devoción, como lo leían –en papel– mi padre y mi abuelo. Esto de la actualidad política española es la leche: hay gente que quiere destruir el país y Sánchez sueña con una debacle de Podemos en diciembre y que él vuelva a recuperar escaños. Ni de coña.

Me van a volver loco
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