La bomba de relojería en la que se había convertido el Unión Sur Yaiza en este comienzo de temporada explotó en la noche de ayer, cuando los jugadores del conjunto sureño se negaron a entrenar como señal de protesta por la situación de ingobernabilidad por la que atraviesa el club, que no cuenta con presidente ni junta directiva.
Los futbolistas del Unión Sur Yaiza habían dado a la entidad un margen de confianza de tres semanas para que recobrase la normalidad tras la dimisión del anterior presidente, Ángel Domínguez, y se formase una nueva junta directiva, pero agotado este plazo, la paciencia de los jugadores se ha acabado.
Según fuestes consultadas por este periódico, los jugadores del conjunto sureño exigen que se forme de inmediato una junta directiva y que les den garantías de que se cumplirán los compromisos que el club tiene asumidos para con ellos, ya que hasta ahora han recibido el silencio como única respuesta.
De momento, los futbolistas no volverán a entrenarse hasta este jueves, aunque si no vislumbran un atisbo de solución a este conflicto podrían no ejercitarse durante toda esta semana.
