No sabemos en estos momentos si le salen las cuentas o no a Doña Loly. Con la marcha de Alejandro Díaz del Partido Popular (PP) -por cierto, vaya amores y odios que despierta el muchacho a tenor por el aluvión de mensajes recibidos, publicados y algunos borrados en nuestra edición digital-, marcha que ha tenido un tremendo eco en todo el Archipiélago y numerosos análisis sobre el en ocasiones dictatorial comportamiento del señor Soria, muchos han respirado, pero otros muchos se han puesto a pensar en lo que está pasando en esta formación política. Porque Alejandro Díaz no es el único que se ha marchado, lo han hecho otros que se sabe que lo han hecho y otros que no se sabe. De los que se sabe destaca sin duda la marcha de José Carlos Rojas, quien ha tomado con dignidad y honestidad las de Villadiego. Algunos nos cuentan que esto no ha hecho más que empezar, porque sin ir más lejos la gente de Tías no está muy conforme con muchas cosas que están sucediendo, y no hay que olvidar que son en estos momentos el Comité Local más fuerte. Allí, en Tías, no pasan por ser meros espectadores de todo lo que sucede alrededor de la gestora, y quieren participar activamente en la distribución de los puestos de salida y de llegada en las próximas elecciones. Nos dicen nuestros ojos y oídos que en el horizonte más cercano va asomando la cabeza una sorpresa que hará que alguien coja el teléfono para llamar a Las Palmas. Puede ser que entonces no le salgan las cuentas a Doña Loly. Eso sí, ella mientras tanto sigue feliz de la vida, llevando con docilidad el timón de la gestora y a la espera de que la coloquen como número uno al parlamento y pueda así garantizarse otros cuatro años en la política activa y remunerada.
