viernes. 29.03.2024

Si hay un personaje en Lanzarote “hábil-tonto”, chaquetero y que siempre se ampara bajo la trinchera del anonimato por su incipiente cobardía ese es Don Pepa. Sí, ya sabemos que en la edición del pasado sábado anunciamos su muerte. Pues ahora anunciamos su resurrección, y no porque el susodicho tenga poderes similares a los del Hijo de Dios. Qué más quisiera él. Lo que ocurre es que el malandrín fingió su muerte, y nosotros lo creímos. Don Pepa está ahora mismo apretando el botón recaudador para hacerse un favor a sí mismo. Tanto él como su amigo el rockero y algún que otro “Fela” están haciendo auténticas y verdaderas extorsiones, y tenemos pruebas de ello. El fallo de este bobo sin mácula es que siempre se ha creído por encima del bien y del mal. Algunos asesores le han hecho creerse mucho más de lo que es, y así le va. Nos cuentan que este segundón aprovechado va a terminar muy pronto en la segunda fila de las Calderas de Pedro Botero, vamos, en el mismito infierno de los rebenques sin causa perdida. Don Pepa, a pesar de todo lo que se le ha dicho, seguirá ensuciando el nombre de los que le han apoyado y empleando un doble lenguaje difícil de digerir. Por nuestra parte decir simplemente que el Pintinilla y el Ladilla, sus dos leales secuaces, nos siguen haciendo cosquillitas.

LAS VERDADERAS EXTORSIONES
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