Orlando Umpiérrez es uno de los pocos políticos de la tierra que está metido en el enorme entramado de la Administración autonómica, y que además ostenta un cargo importante, como es el de director general de Aguas del Gobierno canario. Hemos observado que este arrecifeño en algunas ocasiones imita a su jefe, conocido por aquí como Fray Escoba (Antonio Castro Cordobez). Lo imita en el aspecto positivo, en el de ser “barredor”, porque el muchacho -se lo decimos cariñosamente porque todavía es muy joven- está sabiendo traer todo tipo de obras e inversiones para una isla que está muy necesitada de infraestructuras. Pero nos cuentan que en otras islas no tienen queja de su trabajo. Más bien al contrario, está adquiriendo fama de trabajador y equitativo en el reparto, siempre partiendo de la base de que la caridad bien entendida empieza por uno mismo. Ahora bien, todavía le quedan cosas por hacer. De momento, si es capaz de acabar con la mierda que se ha instalado en forma de olor nauseabundo en la zona de la calle Portugal, propondremos su beatificación al Papa. Es una promesa.
