1.- Llego a este lunes ciertamente agotado. Y con un malestar que me supera. Se ha constituido la mayoría de los ayuntamientos. Quizá Cristina Tavío y Pablo Matos tenían que haber hecho la oferta que le tenían preparada a Julio Pérez y darle la alcaldía, la noche antes. Pero, claro, eso era difícil de vender al electorado de derechas. Dije el domingo y repito ahora que Miguel Zerolo, ninguneado por Bermúdez en la campaña y en la negociación, decidió no ir al Ayuntamiento el día de autos. Así se evitó la bronca de los indignados y la oportunidad de saludar al nuevo alcalde (no sé si de verdad), que se ha portado muy mal con él. En Coalición Canaria se ha producido una especie de sálvese quien pueda, después de lo ocurrido en algunas corporaciones, singularmente en La Palma. Hoy hablará el herreño Tomás Padrón, que está jubilado para la política, pero no para el uso de la palabra. Veremos qué dice. Pero, desde luego, sus palabras no serán buenas para Paulino Rivero, cuyos colaboradores, y él mismo, no han negociado bien. Con las personas con las que hablo me dicen que Paulino ha sido poco generoso con los suyos, a costa de ser él presidente. Es decir, presidente a toda costa.
2.- Santa Cruz, con este equipo, no puede levantar cabeza. Es imposible. Comienzan mal: pactan con el PSOE cargarse la obra de Dominique Perrault, uno de los mejores arquitectos del mundo. A ese edificio cuatro magos lo llaman "el mamotreto", con una tremenda falta de respeto. El mago, ya se sabe, es muy osado. Este edificio, que al parecer incumple por centímetros, no merece ser echado abajo, por mucha fiscal de Medio Ambiente que lo pida. Que se agoten los procedimientos legales para mantenerlo vivo. Y que se agoten los procedimientos legales para que Santa Cruz tenga, de una puta vez, una playa. Pero esta corporación, llena de leguleyos, no va a conseguir nada. Hago una reflexión y en los que conozco no veo demasiada imaginación.
3.- Llego muy agotado a este lunes, aunque me han alegrado mucho los pactos en Santa Úrsula, La Victoria y el Puerto de la Cruz. En La Victoria le han dado la patada al socialista Manolo Correa; en Santa Úrsula Milagros Pérez (PP) ha logrado la alcaldía, a base de tesón y de trabajo; y en el Puerto de la Cruz se firmó el mejor pacto posible: Coalición y Partido Popular. Pues se van arreglando las cosas en ese norte, al margen de otros pueblos que han elegido a sus grupos gobernantes. Pero el seguimiento de todos estos acontecimientos me ha dejado ciertamente agotado, sin fuerzas, sin demasiadas ganas de trabajar. Se nota que necesito unas vacaciones.